viernes, 20 de noviembre de 2015

LOS DESESPERADOS Y EL DISCO DURO DE LA MEMORIA



Dicen que se exagera mucho al dar la voz de alarma sobre la manipulación informativa que nos invade y de la que somos objetos pasivos. Qué cosas. Solo se me ocurre pensar que lo creen así porque los tiempos pretéritos, aunque estén ahí, a la vuelta de la esquina, tienen ya el disco duro completamente machacado y casi todo resulta irreconocible.


Admito que algunos somos especialmente pesados con esas historias pero es que, sinceramente, resulta ya insoportable tanta estulticia acumulada. Les pongo  un ejemplo de esta misma mañana:
Como ya sabrán, la atleta burgalesa Marta Dominguez ha sido sancionada por dopaje hace unas horas y resulta inevitable que los informativos radiofónicos, también algunos digitales, se hagan eco de la noticia, lo curioso del caso es que en el archivo de algunas redacciones parecen no figurar datos relevantes que la completarían, dando así al oyente o al lector una visión más amplia de la misma.  


Por circunstancias sobrevenidas, hoy escuché intermitentemente los informativos de Radio Nacional y de la COPE, y, qué curioso, la noticia sobre Marta Dominguez aparecía en ambas emisoras como desnuda, casi neutra y hasta con un punto de desdén en algún caso.

-Atleta de éxito y medallas, bla, bla, bla, sanción por dopaje, bla, bla, bla y sanseacabó. 


Por no se sabe qué misteriosa circunstancia en esas noticias se echan en falta datos como los siguientes: que Marta Dominguez ha sido senadora en la legislatura política que ahora agoniza; que lo hacía en representación del Partido Popular; que pese a saberse públicamente que la atleta estaba bajo sospecha e investigación  de doping e involucrada en hechos cercanos a la ilegalidad su partido le dio todo el amparo, defendiendo su honestidad; que hasta hace 48 horas figuraba en el número 19 de la candidatura que el PP iba a presentar en Madrid en las próximas elecciones generales.  ¿Problema al canto? ¡ninguno! milagrosamente alguien se fue de la lengua antes de hacerse pública de forma oficial la sanción, en el PP cambiaron a toda prisa de candidata en el número 19, y aquí paz y después gloria. Nadie pedirá perdón ni dará las razones por las que amparaban a una tramposa, que despreciaba el deporte pero sobre todo a quienes fueron sus competidoras.
De todas formas quizás convenga no ser demasiado pesimistas: si hasta con noticias como la de Marta Dominguez están haciendo este estropicio es que ya están desesperados, terriblemente desesperados.


Posdata.- Casi al tiempo de finalizar este comentario, Graciano García, a quien tuve como director en la revista "Asturias Semanal" y "Asturias, diario regional", ha comentado en su Facebook que hace algún tiempo había recibido fuertes presiones para concederle a Marta Dominguez el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. Presiones políticas, se entiende. 





jueves, 5 de noviembre de 2015

EL PUTIFERIO

Hay palabras que figuran en el imaginario colectivo pero a las que se mira de soslayo no sin cierto desdén hasta el punto que ni aparecen en los diccionarios de la lengua. 
Un suponer, putiferio, palabra que recorre hoy muchas redacciones informativas y juzgados debido a las aventuras viajeras de una presunta trama mafiosa -¡otra más!- del PP.
Pese a ese vacío de nuestros santos padres protectores de la lengua, sí hay traducción de putiferio, la más común "puterio, puta, pago de favores sexuales", aunque también se acepta "situación caótica, que carece de orden y que no hay quien la arregle". 
El lenguaje machista es lo que tiene, así las cosas ser puta es un desorden, no tiene arreglo y encima lleva al caos. Un desastre. Pero también quienes pagan dinero por los favores sexuales sufren ese mismo destino.
Los filólogos más reputados consideran que el lenguaje lo condiciona todo, nuestras vidas, desde las relaciones sociales hasta la actividad profesional, y también la política, máxime en una época como la actual. Todo es política, decían ya los ideólogos del siglo XX; todo es putiferio, parecen añadir ahora algunos políticos de baja estofa. 
Y es que la sabiduría popular ha sabido readaptar hábilmente las definiciones y de hecho el putiferio de los favores sexuales y el del desvarío que acaba en caos son las dos caras de una misma moneda. Recapitulemos: tres personas afines en lo político, en lo generacional, y al parecer también en los gustos, se permiten el lujo de hacer viajes de placer  a Nueva York, Florida y Croacia, supuestamente pagados por una empresa llamada Aquagest, de la que uno de ellos es representante y "abrelatas" para conseguir contratos con diversas administraciones públicas (sobre todo Ayuntamientos). 
Se trata por tanto de un negocio que contaba con el apoyo de cualificados dirigentes de un partido, el PP, y del que presuntamente se beneficiaron en viajes y otros agasajos los tres mosqueteros y algún colega de más edad que en vez de viajar optaba por regalos. 
La trama saltó por los aires tras una larga investigación judicial en la que no faltó de nada, ni tan siquiera el suicidio del fiscal encargado del caso, y ahora, a poco más de un mes de las elecciones generales, resulta que las supuestas contrataciones sexuales en el extranjero llegan en forma de caos llevándose por delante a las organizaciones y líderes del PP en Oviedo (el ex alcalde Caunedo),  Avilés (el ex jefe político Aréstegui), y Gijón (el ex concejal Pecharromán), aunque en este último municipio el PP no necesita ser partícipe de ningún esfuerzo sobrevenido pues sus dirigentes y militantes se las arreglan requetebién a la hora de destruir una organización en la que votan hasta los muertos cuando celebran congresos (más de 100 la última vez). 
Con el fin de hacer frente a esta "situación caótica, que carece de orden y que no hay quien lo arregle" de la derecha asturiana a causa de tantas sospechas, acusaciones y desmentidos, Mercedes Fernández ha decidido hacer arrumacos con su antaño admirado Álvarez Cascos y volver a la familia feliz, antesala del amor puro e inmaculado, del rim rim rim, hacia Belén va una burra cargada de chocolate, rim rim rim. 

Pero no cuela, las palabras han dado su veredicto y el putiferio es ya irreversible.






lunes, 19 de octubre de 2015


VENDER LA MOTO



¿Es Europa un territorio de historias difusas que desbordan cualquier atisbo de racionalidad?. Demasiadas guerras, recordó el filósofo López Aranguren; demasiada miseria, añadió el hoy casi olvidado Günter Grass. 
La segunda de esas guerras, que fue mundial, abrió un tiempo de comprensión, cierto, pero entretanto y no siguieron las dictaduras, los cortijos, marcando distancias entre un hippie de Hyde Park, un rebelde sin causa de La Sorbona, o un jornalero andaluz condenado a emigrar a la vendimia francesa o a convertiste en charnego de la Cataluña dibujada por Josep Pla. 
Existió un espejismo allá por los años ochenta del pasado siglo cuando la Unión Europea quiso arremangarse los pantalones pero últimamente las fronteras reverdecen y hoy casi nadie recuerda ya las viejas palabras de Schuman o la sonrisa burlona de Churchill. 
El retroceso del poder político en favor del poder económico es evidente: cualquier atisbo de cambio que pueda beneficiar a las clases desfavorecidas -a estas alturas casi todos ya, salvo ese 2 por ciento de la población que siguen forrándose, claro- provoca reacciones en forma de crisis, dejando una estela de miedo que condicionará el voto individual, libre y secreto, y por tanto la calidad misma de la democracia. 
Ese es el terreno de juego en el que se desarrollarán, por ejemplo, las elecciones del próximo 20 de diciembre en España. La esperanza contra el miedo; la razón contra las estupidez; los compromisos electorales frente a la palabrería vana. 
Europa lo sabe, y es de suponer que no se quedará quieta, no. 



viernes, 16 de octubre de 2015

EL MANUAL DE LAS ADVERTENCIAS GRATUITAS

Truenan los clarines anunciando el nuevo zafarrancho de combate: las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y los ejércitos ultiman sus penachos y armaduras no vaya a ser que aparezca una cámara de improviso y te joda la campaña. 
Ante esa realidad solo cabe echar mano de manual, abrir el paraguas, y que sea lo que los dioses del Olimpo quieran. Tomen nota:

-El juego sucio de las encuestas alcanzará su cenit allá por el 10 de diciembre. Hasta entonces conviene mirarlas de reojo pero forzando la sonrisa, no vaya a ser. 
-La cordialidad, los brazos abiertos, y las promesas del oro y el moro (salvo que sea ilegal, claro) abundarán por doquier. Se aconseja una paciencia infinita, o ver como alternativa “Big bang theory” aunque sean capítulos repetidos.
-Si usted no tiene claro a estas alturas a quien votará el 20 de diciembre, cágate, lorito: le van a masacrar sin piedad por tierra, mar y aire. Napalm puro, oiga. Advertido queda.
-Sepa que la batalla final se dirimirá en los medios -lo de “informativos” es en algunos casos un mal chiste- y ante tal evento conviene tomarse las cosas con algún tranquilizante cerca. Lo que salga de las urnas es para ¡cuatro años!, una eternidad si se tienen en cuenta los antecedentes más inmediatos.
-Y sobre todo no olvide que el gozo de los gozos, la gran explosión de la felicidad, cuestan un huevo, que se pagan con hipotecas siderales, y que la pela no tiene color. Ya conocen el cartel ¿no?: hoy no se fía, mañana sí.

Luego no vengan con que sí te quise o de dejé de querer.



lunes, 15 de junio de 2015

LA CULTURA DEL RESENTIMIENTO


1.- Gijón, una ciudad que durante muchos años fue un buen ejemplo de las políticas progresistas, ha quedado ahora como una isla prófuga en la que encuentran refugio las huestes de la maltrecha derecha comandada por Francisco Álvarez Cascos tras las recientes elecciones municipales del 24 de mayo. 

2.- Existió la posibilidad de llegar a un acuerdo progresista al disponer la izquierda de una mayoría suficiente: 7 concejales del PSOE, 6 de Xixón sí puede (la marca blanca de Podemos), y 2  de IU, pero al final no fue posible y la derecha casquista gobernará en la ciudad hasta el año 2019.

3.- Mientras que el PSOE e IU abogaron desde un principio por acordar un programa de gobierno a tres, las huestes podemitas rechazaron esa posibilidad con mil y un disculpas poco creíbles. Más que de medidas para resolver los problemas de los ciudadanos, su principal objetivo era forzar una especie de segunda vuelta de las elecciones mediante una "consulta ciudadana" (sic), desarrollada sin ningún tipo de garantías democráticas, y en la que no se preguntaba por propuestas de gobierno, sino únicamente si los votantes preferían al candidato del Partido Socialista o al de Xixón sí puede.

4.- Participaron en esa "consulta" teledirigida 3.628 personas, que mayoritariamente avalaron, como era previsible, la propuesta de los convocantes. El 24 de mayo habían votado en las elecciones 139.563 vecinos de Gijón. 

5.- ¿Cómo se explica tamaño desatino? La campaña electoral ya había aportado pistas que hacían presagiar la deriva de Xixón sí puede hacia los aledaños de Álvarez Cascos en detrimento de la opción socialista. Uno de sus más cualificados dirigentes, ante las dudas de algunos correligionarios, había expresado en una asamblea un rotundo: ¡Que se joda el PSOE!

6.- En esta lamentable historia no juega un papel menor el "odio/desprecio/resentimientohacia todo lo que significa el socialismo democrático del que hacen gala personas que, dejando a un lado no ya los ideales de izquierdas -materia siempre discutible desde hace ya más de un siglo-, sino algo tan básico como es el uso de la razón, no dudan en preferir un gobierno municipal lindante con la derecha más extrema a otro de izquierdas, aunque ello signifique perjudicar a muchas de las personas que dicen representar y defender.

7.- Así las cosas, más que de un problema político, en el caso de Gijón cabría hablar de "emociones" acumuladas que remiten más bien al ámbito de las pasiones humanas aparentemente incontrolables.

8.- Recientemente, de la mesa en la que voy acumulando algunos libros elegidos "para repasar" surgió de pronto el titulado "Tiberio", del que es autor Gregorio Marañón, y en el que al referirse al resentimiento dice lo siguiente:

"(...) El resentimiento es incurable. Su única medicina es la generosidad y esta pasión puede fomentarse o disminuirse en quien la tiene. Parece a primera vista que como el resentido es siempre un fracasado -fracasado en relación a su ambición- el triunfo le debería de curar. Pero, en realidad, el triunfo, cuando llega, puede tranquilizar al resentido, pero no le cura jamás. Ocurre, por el contrario, muchas veces que, al triunfar, el resentido, lejos de curarse, empeora. Porque el triunfo es para él como una consagración solemne de que estaba justificado su resentimiento; y esta justificación aumenta la vieja acritud. Esta es otra de las razones de la violencia vengativa de los resentidos cuando alcanzar el poder (...)"



miércoles, 29 de abril de 2015

EL EFECTO VAROUFAKIS


Mi segunda piel se llama Grecia, un país al que aprendí a querer reconociéndome en sus gentes, en  algunas de sus formas de vivir y soñar, también en las arquitecturas rotas, en el arte robado y nunca devuelto, en ese cielo interminable cuando a media noche regala miles de estrellas que parecen aplastarte, y astros que titilan -¡Ah, Neruda!- azules a lo lejos.

Ya no hago la cuenta de las veces que viajé hasta allí, quizás como defensa ante algunas ausencias dilatadas en exceso. No importa, cuando no puedo subirme a un avión de Olympic o de Aegean lo hago con la imaginación recorriendo tantos lugares queridos, ahogándome si es preciso en el olor que llega del Egeo, cerrando los ojos y saboreando un trago de retsina procedente de Ática, o simplemente atisbando la quietud del monte Likavitos en las madrugadas de atraganto.  También hay ocasiones en las que las circunstancias favorecen esa simbiosis: en el supermercado Lidl de mi barrio venden a veces unas pequeñas cajas de Baklavas (pasteles de miel y almendra), y la cajera me mira mal porque dejo las estanterías completamente vacías.De una u otra forma, todo es como una película sin fin por la que van transitando personas, lugares y sabores, yendo de Alekos Panagulis a Melina Mercuri,  de las manifestaciones en la plaza Omonia comandadas por un perro solidario llamado Likanítos hasta ese dibujo que Petros Márkaris suele regalarnos en sus novelas de una Grecia ingenua, tantas veces silente, ante los trapaceros.

Los acontecimientos de los últimos meses, y no digamos ya desde que Syriza ganó las elecciones en enero, obligan a un seguimiento casi diario de cuanto acontece en Atenas, en Bruselas, en Berlín o en Estrasburgo. Los tira y afloja, ese constante ir y venir del neoliberalismo contumaz a la esperanza asediada por las urgencias. Por momentos todo deviene en una mala comedia de enredo en la que nada es lo que parece, intercambiando mentiras, enfados, entrecejos fruncidos y amenazas, pero también descarnadas negociaciones. A veces surgen las dudas. Pero mi hermano del alma, Nikos Testas, me espetó recientemente desde Tesalonica un lacónico "Es la política, estúpido" que me tiene dubitativo.¿Hasta dónde tendrá que ceder el gobierno griego para garantizar las necesidades más urgentes de su pueblo? Los de la troika me caen fatal y a la Merkel ni la soporto...

Andaba uno con estas historias a cuestas cuando un nombre comenzó a hacerse notar. Primero fue en las portadas de los periódicos y luego en los telediarios: Varoufakis se llama el pavo,  economista pijo-progre a decir de ortodoxos comunistas griegos. Tuvo varias actuaciones estelares ante la troika pero, como ya sabrán, hace dos días que Alexis Tsipras le apartó de la gloria mediática por exigencias del guión negociador. Una última muestra de su caída en desgracia acaba de entrar rauda en mi Mac pues, al parecer, la pasada noche estaba cenando con su esposa y una amiga en un restaurante ateniense cuando un grupo de anarquistas embozados le agredieron verbalmente -eso que en el argot al uso le llaman ahora escrache-. Primero le apartan y luego le agreden. Las desgracias nunca vienen solas, ya se sabe.Así las cosas, y sin entrar en análisis políticos propios o impropios sobre las negociaciones del Gobierno griego y la troika, tras estos últimos acontecimientos la derecha europea más ultra ha cantado victoria: ¡Varoufakis, cabrón, vuelve al Partenón!.Y sin embargo...

Desconozco cuál será el futuro de este griego, pero sí puedo asegurar que en su breve reinado mediático ha conseguido un éxito inesperado y rotundo: la gran mayoría de las mujeres que son de mi conocimiento han caído rendidas a sus pies; han cuchicheado hasta la saciedad sobre su sex appeal; y se han hecho lenguas de ese porte entre canalla y motero a lomos de una Yamaha de 1.300 cv. Ténganlo claro, mis amigos: Varoufakis las pone. Y esa derrota no deberíamos desdeñarla pues cuando ellas se entusiasman no hay troika que valga. O dicho de otra manera: hay victorias que cuando son administradas por las mujeres devienen en derrotas para los políticos alfa. Y ellas lo tienen claro con Varoufakis. Que lo sepa la Merkel.