viernes, 30 de diciembre de 2011

¿UN PAIS DE CHARANGA Y PANDERETA?

Mientras el principal partido de la izquierda de este país parece dudar entre desplazarse por la pendiente cainita o sumirse en un apresurado debate nominalista - el vulgar y aburrido quítate tú para ponerme yo- y así olvidar el resuello provocado por las recientes derrotas, al otro lado de la trinchera la derecha triunfante por tierra, mar y aire (elecciones generales, autonómicas y locales) se apresura a sacar a la luz su archiconocido programa oculto, en el que destaca no tanto lo que piensa hacer pues ya lo suponíamos, como lo que silencia: no habrá lucha contra el fraude fiscal; los evasores de impuestos podrán seguir viviendo tranquilos; las grandes fortunas no deben temer medidas drásticas; y la CEOE sustituirá a los sindicatos a la derecha de dios padre. Todo muy aparente, muy guapo y muy limpio, sí, pero qué hastío.
Y es que al mismo tiempo que todo eso acontece en los ámbitos de lo institucional o políticamente correcto, la vida cotidiana transcurre por otros cauces, un suponer, alimentando la avidez consumista de todo quisque tal como ocurre durante las fiestas de Navidad, Navidad, feliz Navidad. Cuando vivíamos en la aparente opulencia había que consumir porque sí, y ahora que estamos a punto de caer al más profundo de los abismos tenemos que hacer lo propio porque total ¿qué perdemos?.

ALGO SIGUE FALLANDO

Alguien podría considerar esas actitudes de fatalismo ingenuo pero se equivocaría pues no hay tal. El gran drama de esta sociedad que nos ha tocado en suerte es la pesada carga que viene arrastrando desde que los parias de la tierra, aquella famélica legión nacida a finales del XIX y consolidada durante el XX, decidiese levantarse contra la explotación, defendiendo su dignidad, el derecho a ser libres. La revolución democrática. No fue posible como bien sabemos, así que tras un largo periodo de silencio forzado llegaría primero la muerte del dictador en la cama de un hospital y luego la irrupción del liberalismo económico europeo permitiéndonos la recuperación de la libertad, de la democracia. Han pasado ya más de 30 años desde entonces y muchas cosas han cambiado: los Gobiernos, las carreteras, los polígonos industriales, las barriadas, la salud, y hasta dicen que somos más altos. Me lo creo, sí. Y sin embargo algo falla, ya no "olemos a ajo" como decía la turista americana de los años sesenta, cierto, pero    sigue persistiendo en el ambiente algo oscuro y sucio, teñido de egoísmos estúpidos, de ansiedades evanescentes, que se hacen notar en el día a día.

EL RECONOCIMIENTO SOCIAL DEL CORRUPTO

Quieran reconocerlo o no quienes asumen el liderazgo social (políticos, obreros, empresarios, profesionales, etc) las actitudes hipócritas dominan la vida cotidiana. Quien defrauda a la Hacienda pública es tenido por "un tipo listo"; frente a los méritos del conocimiento y el esfuerzo el enchufismo sigue siendo el rey del mambo en el mundo laboral, sin que importen si se trata de una Universidad Pública o de unos grandes almacenes; el concepto de "familia", contrariamente a lo que se pregona no es el el de las relaciones afectivas, sino el de los intereses por "colocar" lo mejor posible al niño, a la nuera o al yerno ¿Y qué decir de los grandes "triunfadores"? Un conocido piloto de Fórmula Uno recibe todo tipo de agasajos, incluso se construye con dinero público un circuito (sic) que llevará su nombre y mientras tanto el pájaro guarda sus millones de euros de ganancias en un paraíso fiscal dejando así de contribuir con sus impuestos a la cuota parte de solidaridad que le correspondería de ser un buen ciudadano. Y es que como si se tratase de una peste inevitable el defraudador está por todas partes: el fontanero que te arregla el baño, el mecánico del coche,y hasta el trabajador de pompas fúnebres se atreven a preguntar sin asomo de pudor: ¿la factura la quiere con IVA o sin IVA?. Y parece ser que la gran mayoría dice sin dudar que "sin IVA, claro".
Como corolario de esta radiografía, un día sí y otro también las actividades corruptas de muchos políticos, empresarios y personajes conocidos ocupan las primeras páginas de los periódicos y de los informativos provocando en apariencia el lógico rechazo social. Pero no es así, en el fondo más que desprecio hay envidia y de hecho cuando llegan las eleciones millones de españoles deciden dar su voto a partidos como el PP que actualmente tiene imputados a dos ex presidentes de comunidades autónomas (Baleares y Valencia) y a más de 122 concejales y alcaldes  (Madrid, Valencia, Baleares, Canarias, Murcia, etc), que de una u otra forma alimentaron a auténticas mafias (Gürtel, Urdangarin...) con dinero público robado a los contribuyentes. Nos roban y lejos de sacarles a hostias de sus despachos encima les votamos para que sigan forrándose y riéndose de nosotros.

LA CALIDAD DE LA DEMOCRACIA

Esta sociedad está enferma por más que se intente esconder la verdad. No estamos por tanto solo ante un problema político, de partido, o de la izquierda,  que también, sino y sobre todo ante un problema social muy grave que necesitará de mucho tiempo y esfuerzos para conseguir darle la vuelta. Tenemos unas normas, unas leyes, una Constitución, pero de nada servirán si los valores éticos privados no se corresponden con las actitudes públicas. Necesitamos más democracia, profundizar en la que hoy existe, primar la calidad de la misma. El novelista australiano Peter Carey dice al respecto en su último libro que "la solución de la democracia es tener una población educada, formada en libertad, con amplios conocimientos de la realidad", es decir, que necesitamos más educación aunque para ello también será preciso hacer de la enseñanza un mundo más atractivo y cercano.
Solo así conseguiremos alejarnos de esa "España de charanga y pandereta" de la que hablaba Antonio Machado y que aún hoy, tantos años después, sigue helándonos el corazón, sí.


jueves, 18 de agosto de 2011

EL HEREDERO DE SAN PEDRO VISITA LA TIERRA DE CONEJOS

(Del poemario troceado: DE GUIÑOS, SONRISAS Y OTROS GESTOS EN LOS LINDES DEL ALBA. Gijón, 1984)

(...) Yo pecador 
me confieso 
a tí,
rey de las alturas
y bajuras,
señor de los estadios
y capillas,
dulce antídoto
de lo creíble
y el dislate
que se asoma
sin saberlo
por la puerta 
de una casa
atormentada
por el hambre.


Casa, cosa, caso,
línea interminable
de una historia
que se duerme
mientras él,
en lo (más) alto,
firma papeles 
sepia
con margen ancho.


PAM/83

miércoles, 17 de agosto de 2011

LA MUERTE COMO DESTINO Y ESPECTÁCULO

UNO
Por el Levante español se ha creado un nuevo mito que hace las delicias del hispano recio y orgulloso, amante de las raíces patrias y de las hondas esencias que al parecer nos identifican. Es un toro, se llama "Ratón"y los propagandistas no han dudado en calificarle como "el rey de las plazas y las calles valencianas"por su fama de animal homicida. Razones tienen para ello pues el morlaco se llevó por delante el cuerpo y la vida de un hombre de 54 años al que corneó en el año 2006 durante las fiestas patronales de Puerto de Sagunto, y más recientemente, el 13 de agosto de este año, repitió la faena en otra fiesta tras embestir a un joven de 29 años que en evidente estado de embriaguez saltó al ruedo de la plaza de toros  de Xátiva en la que se celebraba un concurso de recortadores, causándole igualmente la muerte. "Ratón" se convirtió así en una figura del espectáculo, sobre todo para los alcaldes que ven en él un atractivo turístico de primer orden cuando organizan sus fiestas patronales. Un suponer, el actual alcalde de Canals (Valencia), quien acaba de anunciar entusiasmado que "La feria de septiembre viene este año cargada de grandes eventos taurinos. Uno de los más llamativos es la exhibición del toro "Ratón", conocido allá por donde pasa por ser sanguinario y su listeza".  Así, tal cual, con dos cojones (de toro, claro).
El éxito de este toro asesino ha llegado a un nivel tan alto que su dueño cobra más de 6.000 euros por cada actuación estelar en ferias y fiestas. ¿Por qué? El buen señor lo tiene muy claro: "El público quiere violencia. Cuanta más gente pille el animal, más famoso se hace". Y seguro que tiene razón el avispado empresario, sin que pueda sorprender que a estas alturas del negocio "Ratón" cuente ya con una página web en la que se da cuenta de la amplia y contundente biografía del bicho. El asunto es de tal relevancia que ya hay un sector de aficionados (sic) que reclaman su clonación.

DOS
José Tomás es un torero. Dicen los expertos que singular, arriesgado, retador, y sobre todo enamorado del toro. Lo creo. Las relaciones amor/odio no son exclusivas de los seres racionales y es posible que entre el torero y el toro exista ese espacio de nombre indefinible en el que todo se une y se separa; sonrisas y lágrimas; éxito y fracaso; amor y desamor. Pero por encima de esa relación exclusiva está la razón por la que la gente acude a las plazas a verle torear. Hace apenas cuatro días José Tomás formó parte del cartel de la feria de Begoña, en Gijón, y uno de mis amigos entusiasta del diestro acudió presto a la cita. Luego quedamos para cenar y cuando llegó la pregunta se hizo inevitable: -¿Qué tal José Tomás? ¿salió vivo del intento?-. Y fue entonces cuando mi amigo, todo sinceridad, reconoció la razón por la que las plazas de toros se llenan cuando José Tomás torea: -Salió vivo, sí, pero ya sabes, muchos vamos a verle para ser testigos de la historia y poder contar luego a nuestros nietos que el día que un toro se llevó por delante al maestro nosotros estábamos allí, que fuimos testigos de ese acontecimiento-. Así pues una vez más, esa incertidumbre que generan el torero y el toro permanecen expectantes alimentando ansiedades y cuentas corrientes, o como decía Manolo "El Curro", un banderillero anarquista, e ahí la muerte como destino y espectáculo.




martes, 12 de julio de 2011

¿QUÉ HAY TRAS DE LOS MUROS?

Desde que una lejana noche de tormenta y granizo, arrebujado con una manta junto a la cocina de carbón, descubrí un poema en el que se hablaba de Boabdil y de su desconsolado llanto ante los muros de Granada, cualquier obstáculo material no previsto suele remitirme a imágenes de sentimientos encontrados.
Un suponer, la Muralla China, con la que se trataba de aislar el antiguo imperio y que ahora es uno de los iconos turísticos del régimen comunista/capitalista en la cada día más envidiada República Popular. Más cercana en el espacio pervive la Muralla romana de Lugo, pero qué quieren que les diga, pese a los incomprensibles hermanamientos puestos de moda a finales del pasado siglo XX ¿cómo comparar los 8.851 kilómetros de los que tanto presumen los chinos con esos exíguos 2.263 metros amurallados de nuestros primos/hermanos gallegos?.
He de reconocer no obstante, y me disculpo por ello, que la construcción defensiva que más me impresionó fue el Muro de Berlín, iniciado a toda prisa un 13 de agosto de 1961 y que no comenzó a derribarse hasta el 9 de noviembre de 1989. Me impresionaron sus piedras, sus ladrillos, su cemento, pero sobre todo aquellas alambradas de espinos y unos hierros retorcidos que pretendían simbolizar la defensa frente al capitalismo y que no hicieron otra cosa que apagar los ya escasos rescoldos del fuego comunista.
¿Y qué decir de la inmoral barrera que desde hace tiempo construyen los judíos israelitas en Cisjordania? Al final serán cerca de 700 kilómetros de muro, una parte de ellos de hormigón, pese a que la ONU ha condenado reiteradamente semejante atrocidad (la última votación registró 144 votos a favor de paralizar el muro, 12 abstenciones, y tan solo 4 en contra).
Y en esto que llegó un señor llamado Vicente Gotor, a la sazón Rector de la Universidad de Oviedo y a quien se supone -ilusamente, por lo que se ve-, alejado de cualquier populismo de tres al cuarto. Según sabemos, el señor Rector ha decidido levantar un muro en torno a La Escuela Universitaria de Marina Civil ante la próxima celebración en sus aledaños de la Semana Negra, uno de los principales polos de atracción cultural y festiva del verano gijonés y asturiano. Dice el Rector que "los profesores están preocupados (ante la celebración de la Semana Negra) y quieren protegerse". Dios santo pero ¿de quién o quiénes quieren protegerse estos profesores? ¿de los escritores que participan en los actos culturales? ¿de los fotógrafos que organizan allí exposicones? ¿de los cantantes y grupos musicales que actuarán allí?. Alguien me sopla por lo bajini que aún sin reconocerlo estos "indignados" profesores de la Escuela de Marina Civil, con su Rector a la cabeza, a quien temen de verdad es al público que asistirá un año más a este festival multicultural, es decir, a quienes de verdad temen es a esos miles de personas que año tras año dan vida a una parte lúdica, alegre y comprometida de la vida que nos ha tocado en suerte. Son unos tristes, y lo que es peor, con su actitud han conseguido que la gente haya echado a volar la imaginación tratando de entender qué es lo que quieren proteger en realidad, y sobre todo, qué es lo que se supone que puede ocurrir... ¿asaltos nocturnos a la Escuela por grupos de semaneros negros borrachos? ¿ataques salvajes por parte de grupos de indecentes enemigos de la Universidad? ¿creen que les van a robar las ideas, el trabajo y el esfuerzo investigador?.
Para construir la Muralla China perdieron la vida diez millones de trabajadores/esclavos; el Muro de Berlín, amparándose en la guerra fría, pretendía impedir la invasión del capitalismo, y el resultado fueron varios centenares de muertos, millones de personas secuestradas en sus casas, en sus calles, durante 28 años, y que hoy el souvenir más demandado en Berlín y cercanías sean minúsculos trozos del Muro a 12 euros la pieza.
Nunca un muro fue la solución a las discrepancias, y mucho menos a los miedos propios o ajenos. Y lo que es peor, como bien sabemos por Pink Floyd gracias a su particular "The Wall", todos los muros conducen al aislamiento, e incluso en ocasiones a un mundo de fantasía autodestructiva.
Por cierto ¿De dónde saldrá el dinero para pagar ese Muro que separará durante la Semana Negra a la Escuela de Marina Civil del rojerío cultureta y pendenciero? ¿Cuánto va a costar semejante desbarío?

viernes, 20 de mayo de 2011

DE COMO LA MENTIRA SE CONVIERTE EN ARMA ELECTORAL O LA EPÍSTOLA A LOS DUBITATIVOS

UNO: LA COMEDIA

Hay una escena en la película de Billy Wilder, "La tentación vive arriba" que define muy bien el desconcierto y la desazón del protagonista, Richard Sherman, cuando aprovechando que es verano y su mujer e hijo se encuentran de vacaciones -eso que en España se llamaba antes "estar de Rodríguez"-, intenta llevarse a la cama a Marilyn Monroe. Para crear el ambiente favorable, Sherman utiliza una música de Rachmaninov -el Concierto para piano nº 2- pero fracasa estrepitosamente al no tener en cuenta las llamadas "condiciones objetivas", que en el caso de esta película quedan claramente expresadas cuando Marilyn intenta darle una cambiada al ataque frontal del excitado gañán, fijando su atención en la música y soltando luego una de esas frases que marcan a un personaje para siempre nunca jamás: "...Esto debe de ser música clásica ¡lo he adivinado porque no cantan!".

DOS: LOS JUECES

Hay ocasiones en las que el azar te lleva a paisajes inesperados, puede que a personas aparentemente invisibles, e incluso a artículos de la prensa escrita que te asaltan, consiguen destrozar la coraza que rodea tu mente hasta convertirla en un adefesio, al borde mismo de la mascarada. Aquel día fue el artículo firmado por un tal José Luis Barberia, del que no sabía nada pero del que gracias a mister "google" descubrí cuán odiado era por la extrema derecha, facción catolicismo tridentino. Odios son amores y no buenas razones. ¿O no erá así?, bueno, no importa.
Antes de seguir debo confesarles que a un servidor la judicatura, las togas y esas cosas me la traen al pairo. Las pocas experiencias que tuve con tales menesteres fueron suficientemente disuasivas como para no pensar en dedicarles un monumento a sus señorías. Ni siquiera un monumento de pan de higo que sería lo más apropiado. Y sigo.
Barbería. Vasco. Sospechoso. ¿Rojo?, no lo parece, pero las cosas que cuenta resultan chocantes en un ambiente mojigato como el que nos ha tocado en suerte. Aquí escribes ahora, un suponer, que el/la juez fulanito/a de tal es un/a prevaricador/a de tomo y lomo, y que además se mea de gusto cada vez que el Opus Dei hace recuento de sus fieles, y nadie te asegura que su señoría no decida empapelarte. Por eso me llamó la atención el artículo de Barbería. Se lo resumo. Para él no hay la menor duda de que en España existe una tipología de los jueces: jueces endiosados, jueces vagos, jueces lunáticos, jueces escándalo, y jueces atacados por el exceso de responsabilidad. Pues qué bien.



TRES: ¿HEMOS CAMBIADO ALGO?

"La vieja sirena" es una de las obras literarias que permiten bucear en el poso intelectual de ese joven resistente de 94 años llamado José Luis Sampedro. Se trata de una novela que habla del Egipto que pudo existir en el año 240 después de Cristo, y al igual que en "La tentación vive arriba", la protagonista es una mujer guapa y comprensiva de la que se enamoran casi todos los hombres. Pero es también una investigación sobre la cultura, es decir sobre los hábitos y formas de vida de aquel tiempo. Y no hay sorpresas. Sampedro refleja sensaciones del pasado que revierten en el presente como si nada hubiese cambiado con el paso de los años, de los siglos incluso. Y es que como bien sabemos, los problemas de aquel Egipto antiguo acaban de repetirse hace apenas cuatro meses cuando la población, sobre todo los más jóvenes, lograron desembarazarse por fin del dictador Mubarak.
En un momento de la novela, el rico y ambicioso Ahram da una cena en honor del nuevo prefecto de Alejandría, y los comensales dan rienda suelta a los cotilleos, pero también a los males que asolaban a la vieja ciudad. Hablan entonces de la inseguridad (violaciones y robos); de la suciedad del puerto; de la brutalidad que a veces muestra la policía con los esclavos e indigentes; del alza de los precios; del fisco insaciable; de la proliferación de travestidos... y del sempiterno retraso de la justicia. ¿Les suena la música?



CUATRO: MIÉNTEME, DIME QUE ME QUIERES


Una juez investiga el caso de posible corrupción llamado "Operación Marea". Papeles, facturas, ordenadores, grabaciones telefónicas y declaraciones van conformando el rompecabezas de unos hechos que se presumen deleznables. Dinero, siempre el dinero.
Hay una campaña electoral y mientras no salen las primeras encuestas todo son parabienes: qué bien saliste en la foto, tú, y todo tan guay del Paraguay. Hasta hacen propuestas de lo más sugerente: un túnel que lleve directamente a la cueva del tesoro; un transbordador de plástico fino; y sobrevolando todo, lechugas, muchas lechugas.
La izquierda sufre el vértigo de la crisis económica, y la derecha -genéticamente aguerrida- decide romper el espejo de sus entretelas, pero ¡milagro!¡milagro!: los cristales rotos van dibujando dos figuras asimétricas, un rostro rudo con nariz de boxeador y una imagen pizpireta atusándose la larga y laqueada cabellera; la cara A y la cara B de una misma moneda. Los dos sexos, las dos almas, de un antiguo cuerpo.
¿Dije campaña electoral pugnando izquierda y derecha? craso error. Las deudas pendientes, el usufructo medieval, los tribales odios africanos -¿y por qué no odios asiáticos?¿o mismamente europeos?-, el quítate tú para ponerme yo, los sumarios supersecretos, y si me apuran hasta el tren transoceánico a Bucaramanga, quieren estar también presentes en la batalla por el disputado voto para que no se diga luego. Tantos actores convierten el rodaje en un sin vivir, y ni siquiera el viejo Wilder hubiese podido hacer frente a tamaño desatino.

CINCO: EL DOCUDRAMA

-Pero ya lo dijo Boyer (el economista de ida y vuelta no, el otro, el Charles del bombín cinéfilo) en uno de sus famosos ensayos: siempre que hay elecciones a la vuelta de la esquina los acontecimientos se aceleran hasta límites insospechados. Y así, la retahíla de situaciones melodramáticas alcanzó su cenit cuando la judicatura levantó parcialmente el secreto del sumario de la "Operación Marea" y bajo el título genérico de "Bailad, malditos, bailad" fueron apariendo nombres, apodos, incluso algún mote -que ya hay que tener mala baba, la verdad-, sin que se sepa muy bien por qué quien instruyó el asunto (notarán el sutil distanciamiento para evitar así que su señoría pueda urdir represalias)no evitó someter a escarnio público a decenas de personas que poco o nada tenían que ver con el caso, o que simplemente pasaban por allí. Desde el Rector, hasta el Fiscal jefe, pasando por el presidente de los empresarios -y aún no lo conocemos todo, me dice mi espía pendenciero-, el retrato resultó atronador.
¿Hubo víctimas propiciatorias? ¿colaterales?. Por supuesto que sí, sobre todo en Gijón, donde el entrecejo ceñudo de Pili Pardo, a la sazón lideresa de un PP desvencijado y roto debido a las huestes de un Don Pelayo flamígero (otros de sus fieles aseguran que es el vivo retrato del esqueleto de Jovellanos, aunque los más heterodoxos le llaman simplemente Don Francisco). Sea como fuere, Pili Pardo recuperó para la democracia española un icono de la lucha clandestina antifranquista: el panfleto, aunque añadió por su cuenta y riesgo una estética barriobajera, y el buzoneo indiscriminado utilizando rumanos inmigrantes. Impresionado, no pude evitar llamarla por teléfono.
-¿Cómo ha sido eso, doña Pilar?-
-"Pues nada, chico, insulto, difamo, acuso sin pruebas, pero al mismo tiempo dejo en evidencia que en el PP no solo no somos xenófobos, sino que los libelos contra los sociatas nos los reparten casa por casa gentes llegadas de fuera para quitarnos los puestos de trabajo a los españoles, y todo gracias a Zapatero...., hala, chúpate esa, rojo de mierda. Por cierto, la jueza dice que tenemos toda toda toda la razón". Y colgó.
Aún no me había recuperado del susto cuando el arzobispo de Oviedo, un tal Sanz, de porte (¿y mente?) ancladas en el medievo, tronó colérico desde el altar de la catedral de Oviedo, minutos después de darle la comunión a un contrito Gabino de Lorenzo.
-"Hermanos, en verdad en verdad os digo, que antes de votar en las elecciones debéis meditar bieeeen vuestra decisión....(de pronto sin saber cómo entró en éxtasis y comenzó a elevar el tono de voz). Bueno, mira, qué leches, ni meditar ni nada...¡vostros votais a la derecha, que son los únidos que cumplen con los diez mandamientos! ¿Vale? pues eso. A ver Gabino, usted póngase a la puerta y vaya repartiendo los sobres con las candidaturas".
-"Perdón, señor es que...". Las húmedas paredes de la catedral de Oviedo no daban crédito. Un feligrés, de aspecto elegante -traje con chaleco gris marengo- había levantado la mano, dirigiéndose con voz queda al arzobispo.
-"Es que..." repitió.
Gabino de Lorenzo, con su instinto depredador de siempre, fue el primero en comprender que el peligro disidente acechaba. Quiso hacer un gesto con la mirada al arzobispo pero no llegó a tiempo.
-"Dime hijo, ¿Qué deseas?¿tomar la comunión?¿más de un sobre para votar?,... dime, dime".
-"Verá -dijo el feligrés elegante- es que yo soy de Cascos, y claro, quisiera saber si los que se divorcian dos veces, pues eso, que si cumplen con lo diez mandamientos, porque la verdad, así a simple vista...".
La tensión podía palparse. El arzobispo echó mano del móvil para hacer una llamada a no se sabe quién, Gabino de Lorenzo se pasó la mano por la sudorosa frente, y un artilugio de metal gris perla en el que nadie había reparado hasta el momento pese a su volumen -allí cabían no menos de cuatro periodistas- anunció a los presentes: -"Soy Arturo Román, de La Nueva España, vayan saliendo ustedes de uno en uno, que esta historia me la quedo. ¿Vale arzobispo?". Y con las mismas, sin esperar respuesta, sacó un bloc y comenzó a escribir a seis manos.
-Escena en el Bar La Mina. Mieres del Camino. Francisco Prendes Quirós, relator histórico, abogado, viejo militante tiernista y republicano, quiso hacer acto de presencia en este docudrama amparándose en un artículo de la Constitución española que quiso recitar de memoria, anexos incluídos.
-"Con la venia...".
No pude reprimirte: "no, Paco, no, no, te lo pido por lo que más quieras, no hables como si esto fuese un juicio, que tengo la impresión de que de un momento a otro va a entrar por la puerta del bar una jueza, y mira, mejor no tentar la (mala) suerte".
PacoPrendes, así le llamaba mi abuela, se quedó meditabundo unos segundos pasando a mostrar luego una sonrisa cómplice.
-"Vale. Pero con una condición. Lo que tengo que comunicar a todos los presentes solo lo diré una vez, no quiero aplausos, ni tampoco gritos, y tras mi última palabra hare mutis por el foro". Acepté sin decir ni mu para así facilitar su concentración, el chigreru apagó la televisión, y todos nos dispusimos a escuchar a PacoPrendes.
-"Amigos todos, seré breve pero contundente en el decir. El tercer sabado del mes de mayo, año tras año, El Ateneo Republicano, celebra en Llueves, cerca de Cangas de Onís, el hecho histórico del que fue protagonista un oso asturiano: la muerte del rey Favila, hijo de Pelayo. Nuestra intención, era agradecer una vez más al primer oso republicano del que se tienen noticias, su gesta, su valor, y su generosidad. Pero este año, la Junta Electoral Provincial ha prohibido ese homenaje, al considerar que podía ser aprovechado para lanzar mensajes electorales partidistas durante la jornada de reflexión. (Mostrando un rostro doliente y extendiendo su mano derecha hacia el cielo) Niego la mayor, niego la menor, niego todo, (elevando el tono de voz) ¡y si fuere preciso hasta reniego por tamaña injusticia!. Y no es tanto porque la decisión haya herido nuestros sentimientos republicanos -que también- sino por el desprecio que ese hecho significa para nuestro oso de peluche, aquel que hecho carne, garras y pelos, liberó a Asturias del segundo monarca de su historia, el mismo que cada año trasladamos en procesión por Llueves, como símbolo imperecedero del repúblico que todos llevamos dentro. He dicho".
PacoPrendes hizo ademán de apurar la copa de vino de Cangas que había dejado en la barra del bar para declamar su emocionado discurso e irse, pero se lo impedí. Quería abrazarle, y de paso decirle que no entendía cómo era posible que al PP de Oviedo le hubiese salido gratis colocar la propaganda electoral horas antes de iniciarse la campaña, incumpliendo así la ley, y sobre todo que pese a las denuncias de otros partidos el mitin de Rajoy en el Calatrava se hubiese celebrado como si tal cosa. Pero no hubo caso, aún emocionado por el discurso, PacoPrendes salió con paso ligero del bar La Mina, mientras que el chigreru decía por lo bajini como si tal cosa:
- "Bueno, nin, quien fizo la ley, fizo la trampa. Lo que fai falta ye que algún día podamos dicir eso de que la trampa rescampla".


SEIS: EPÍLOGO ELECTORAL

La campaña electoral se vio asaltada por un acontecimiento no previsto, la irrupción en muchas plazas españolas de "los indignados", el poso de un viejo desencanto que había permanecido hibernado durante muchos años y cuyas consecuencias son aún imprevisibles.
Sin yo enterlo muy bien, unas historias y otras comenzaron a encajar como en un puzzle, pues entre quienes primero dieron su apoyo entusiasta a los "indignados" estaba José Luis Sampedro, el de "La vieja sirena", el creador de Ahram, el amante que tanto le hubiese gustado a Marilyn Monroe, y no solo para amagar y no dar, como
hizo con el pobre Sherman en la película que se inventó Billy a mayor gloria de Sigmund Froid.
Yo también estaba indignado y no solo por las muchas coincidencias con las reivindicaciones de quienes acampaban en las plazas para mostrar su hartazgo ante una crisis de la que los poderosos -que eran quienes la habían creado- salían una vez más indemnes. Estaba indignado ante el panorama dibujado por Barbería de los jueces, autoproclamados algunos de ellos en auténticos dioses que deciden sobre las vidas ajenas, por encima del bien y del mal, y cuyo mérito había sido memorizar los temas de las oposiciones, aislarse de la vida real, sin tiempo para la razón lógica y el pensamiento complejo. Visto lo visto pocos podían asegurar que la democracia había calado en la judicatura española. Yo desde luego no, sobre todo tras conocer algunas de las decisiones aquí relatadas. Y luego la derecha, el voto de los indecisos, ¿cuánto había luchado mi familia por poder votar? ¿cuántas lágrimas tuvo que guardarse mi abuela Elvira, tan católica ella, tsn discreta, tan moderada, tras ver a muchos de sus hijos perdidos en la diáspora del exilio, algunos para no regresar nunca?. Sigo indignado, radicalmente indignado, pero no solo con los poderes inasibles (la banca, las multinacionales, el lucero del alba), sino también con una iglesia católica que en sus cargos prominentes navega por el extremismo más reaccionario, y con una derecha que cuando siente el aliento de la derrota se torna bronquista y mendaz hasta límites insoportables.

Por todas esas razones, las propias y las sobrevenidas, votaré con la intensidad y la convicción de siempre, y lo haré además plena y conscientemente por los rojos, concretamente por esa parte de la izquierda en la que me siento representado: el Partido Socialista, el tantas veces denostado -incluso por sus propios hermanos de sangre-, socialismo democrático.

viernes, 8 de abril de 2011

NINA

Sabíamos que en este mes de abril llegaría Nina, cómo no, del París de la Francia. Y con ella la saga de los Marcos pudo reir, llorar, y hasta dulcificar sus arrugas. Ella, Nina, aún no lo sabe pero en su ADN figura un rastro viajero, inmigrante, mestizo, que desde hace siglos transita por fronteras invisibles. Puede que un día alguien pueda contárselo.

jueves, 7 de abril de 2011

EL BAILE DE LOS MALDITOS

UNO
Un inmigrante ilegal -previsiblemente senegalés, como mi hermano Mohamed- reparte pequeños papeles blancos en la calle. Con letra apretujada, urgente, las misivas resumen ese estado de desesperanza que viene arrasando todo, para concluir luego en una advertencia: solo acudiendo a la pitonisa podremos combatir la incertidumbre. Sin tiempo para reaccionar me doy la vuelta y el inmigrante ilegal tiene ya extendida su mano.

DOS
Un arzobispo católico, apostólico, ¿y romano?, habla ante un público sumiso que le ríe las gracias  y le perdona las desgracias. Dice que "El dinero, el sexo y el poder son los nuevos dioses". ¿Nuevos?. Su iglesia, que antes también fue mía, atesora gran experiencia sobre todos esos asuntos terrenales. Pero el arzobispo católico, apostólico, ¿y romano?, parece ignorarlo. O lo que es peor, pretende ocultarlo.

Y TRES
Suena el viejo teléfono fijo que áun sobrevive en la casa y nadie se atreve a descolgarlo. ¿Quién será?. Pero cada cual sigue a su afán, salvo el perro que tras ponerse en pie parece pedir permiso con la mirada, como diciendo ¿puedo descolgarlo yo?, pero nadie le hace caso. Menuda historia la de un perro hablanco por teléfono.

viernes, 1 de abril de 2011

DESCONCERTADO

Cuando comparto pitanza con viejos amigos, llegado el momento de las confesiones suelo recurrir a un truco para desconcertarles aunque solo sea por unos breves segundos. Les digo:
-"...pues sí, mientras intenté ser ideólogo las cosas me fueron fatal..., abundaban las broncas, los malos modos y hasta los silencios ofendidos, pero mira, desde que me hice intelectual todo cambió. La gente parece respetarme y hasta se muestran más amables cuando cometo uno de mis muchos errores... sí, sí, esto de convertirme intelectual me cambió mucho la vida".
Los viejos amigos me miran entonces de soslayo, esbozan alguna que otra sonrisa, dejándonos perder luego por otros vericuetos. 

jueves, 31 de marzo de 2011

Un sonido duende arrasa la primavera -¡16 grados cuando apenas son las siete y aún no ha salido ni el sol!- en este dia preñado de palabras. Palabras tristes (Libia), palabras que quieren ser esperanzadas (las promesas de los políticos en campaña), y palabras que poco a poco fueron perdiendo su sentido hasta convertir la verdad en mentira y la lealtad en traición (el triunfador incandescente).
Hoy tampoco podremos dormir a pierna suelta, maldita sea.

miércoles, 30 de marzo de 2011

CAMBIO DE TERCIO

Llego de nuevas y todavía no he sabido adaptarme a este nuevo territorio, pero ¿a quién puede importarle?. Las migraciones por el ciberespacio son, a lo que parece, más frecuentes que el consumo de dudas, ese veneno del que tanto gustan los sumos sacerdotes.