viernes, 22 de marzo de 2024

 Hoy se celebrará un acto en Gijón al que asistirán 200 personas 

FLORENTINO ANTUÑA: 

un reconocimiento al socialismo asturiano que resistió a la dictadura y supo ganar y defender la democracia

Por IVAN FERNÁNDEZ ARDURA, CARMEN SARAS BLANCO, FRANCISCO MANUEL LÓPEZ GARCÍA Y ANA SARIEGO MARTÍNEZ

Si por algo se ha significado el socialismo democrático español desde que en 1879 un tipógrafo llamado Pablo Iglesias Pose impulsó la creación del PSOE, es por su vinculación directa con el movimiento obrero, con los trabajadores, con los sectores más humildes de la sociedad, y en ese sentido Asturias ha sido y es ejemplar. Basta repasar la nómina de los dirigentes que desde principios del pasado siglo abanderaron ese compromiso societario en nuestra tierra para reconocer sus orígenes mineros, metalúrgicos y campesinos, en alianza con profesionales e intelectuales procedentes sobre todo de la enseñanza y la sanidad públicas. Desde Vigil Montoto, hasta Teodomiro Menéndez, pasando por Manuel Llaneza, las organizaciones socialistas asturianas han contado con nombres propios que marcaron no solo sus líneas programáticas sino sobre todo su personalidad como respuesta política y sindical ante el capitalismo, incluso en las circunstancias más difíciles. 

Florentino Antuña, Tino, como es conocido popularmente, pertenece a esa clase de socialistas que nacidos en los años 20 y 30 del siglo XX son hoy el hilo que une aquel pasado con el presente de una ideología de izquierdas moderna, progresista y laica. 

Al igual que su tío, el líder sindical Amador Fernández (1), Tino nació en el pequeño pueblo de La Invernal, en la cuenca minera del Nalón, y con apenas 13 años se convirtió en enlace de los soldados republicanos que, tras la guerra desencadenada en 1936 al fracasar el golpe de estado contra el Gobierno del Frente Popular y caer en Asturias el Frente Norte, se refugiaron en las montañas del centro de la región, sobre todo en las cuencas mineras. 

EL INGRESO EN EL PSOE Y EN LA UGT

En mayo de 1948, a causa de la fuerte represión provocada por la dictadura franquista, cuyo hecho más dramático fue el asesinato de un grupo de republicanos, mayoritariamente socialistas, en el pozu Funeres (2), su hermano Silvino Antuña, militante del PSOE y de la UGT, tuvo que huir de Asturias perseguido por la policía, exiliándose en Francia.  En 1953, con 21 años, pidió el ingreso en el partido. En 1968, el PSOE del exilio envía a Asturias a Agustín González con el fin de reorganizar tanto al partido como al sindicato, y Tino pasa a integrarse en el núcleo dirigente del que formaban parte, entre otros, Pepe Llagos, Herminio Álvarez el Relojeru, Pablo García, Emilio Barbón, y los hermanos Arcadio y Marcelo García. En 1974 forma parte de la delegación socialista asturiana que acude al congreso del PSOE en Suresnes (Francia).

En 1976 Tino es elegido secretario de organización y más tarde secretario general del SOMA-UGT. Un año después, ya legalizados, se celebran las primeras elecciones sindicales en HUNOSA consiguiendo un resultado sorprendente puesto que mientras  CC.OO. contaba entonces con un fuerte contingente de dirigentes en los pozos mineros al practicar desde los años sesenta el entrismo en el Sindicato Vertical, la UGT defendía la no participación en las organizaciones franquistas y sus líderes eran menos conocidos. En el pozo “Entrego”, en el que trabajaba Tino Antuña, el resultado de las votaciones fue de nueve delegados para el SOMA y cuatro para CC.OO.

LA ASOCIACIÓN CULTURAL “LA AMISTAD” DE EL ENTREGO

Pero la actividad de Tino Antuña no se limitaba al mundo sindical pues desde principios de los años setenta formó para de la Asociación Cultural “La Amistad” en El Entrego, una de las entidades más destacadas del asociacionismo cultural antifranquista en Asturias, y de la que fue elegido presidente en junio de 1973 (3). 

En 1975 se traslada a vivir a Gijón pasando a integrarse en la Agrupación Socialista de la ciudad, además de formar parte de la dirección regional de la UGT de pensionistas en la que ocupará la máxima responsabilidad. Ese cambio de domicilio no le impedirá seguir manteniendo el contacto casi a diario con el mundo laboral y cultural de las cuencas mineras.

En 1978 abandonará la dirección del SOMA y seis años después se jubila de la minería, integrándose entonces en la Federación Regional de Pensionistas de la UGT, siendo elegido su máximo responsable hasta finales de 1998. En el año 2002 Tino publica una autobiografía en la que hacía resumen de su trayectoria como sindicalista y político (4).

Ya más cerca del momento presente, en 2017, Tino Antuña fue elegido Presidente de la Agrupación Socialista de Gijón, cargo en el que permanecerá hasta 2022. 

A sus 91 años recibirá este viernes, 22 de marzo, en Gijón, el afecto y el reconocimiento de muchas personas con las que trabajó con un único objetivo: defender las libertades democráticas, la cultura y el socialismo.

  1. Amador Fernández, Amadorín, sustituyó al frente del Sindicato Minero de la UGT a Manuel Llaneza tras la muerte de éste. Fue diputado por Asturias en las Cortes republicanas y uno de los impulsores del proyecto cooperativo más importante en la historia del sindicalismo asturiano, el de la Mina San Vicente, además de impulsar desde el Sindicato Minero la creación del diario “Avance”. Falleció en el exilio en Méjico, en 1960.
  2. En el libro “Luchadores del ocaso: represión, guerrilla y violencia política en la Asturias de posguerra (1937-1952)” el historiador Ramón García Piñeiro señala que entre los asesinados en el pozu Funeres había socialistas, comunistas y republicanos sin militancia partidista. Páginas 1022-1027
  3. “Los clubes culturales en Asturias” de Benigno Delmiro Coto. KRK Ediciones. Año 2020. Páginas 353-380.
  4. Memorias a flor de piel de un socialista asturiano. Una mirada personal y crítica sobre historias de clandestinidad y legalidad”. Autobiografía de Tino Antuña. Año 2002. 

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